Mi relación con la Soledad
Quizá necesaria la reconciliación y la bienvenida a la soledad, dos cosas que parecen lejanas y que gritan por ayuda, quiero escribirle a ella... a la soledad!
Cuando te conocí por supuesto no estaba preparada, eras básicamente a lo que le había huido toda mi vida, desde el abandono de mi papá. Fue más que irónico que te sintiera cerca cuando tenía en brazos a un ser humano vivo que además; de depender completamente de mi, me hacia saber dia y noche que no estaba sola. Esa ambigüedad me hizo sentir perdida muchísimas veces, todavía me agobia.
Buscando refugio y salida me ahogué en la tecnología y las relaciones a distancia, amistades con las que conecté desde la maternidad, yo solo buscaba amigas en las conocidas y desconocidas también, me mostré vulnerable, buscaba callarte con música que pudiera bailar, pero no te ibas... era como si el silencio fuera tu voz. Ahora con el paso de los años y que además me multipliqué con la llegada de un segundo bebé, queriendo con todo mi ser poder ser amable con el espacio que abriste en mi alma y en mis pensamientos, los críticos, los ingenuos, los viscerales, los románticos te doy GRACIAS, porque tu Soledad has sido maestra y compañía, has sido regaño y consuelo, has sido desorden pero también me organizas, abriste caminos y sin duda me mostraste quién sí y quién no pero desde el amor a mi misma y a mis sombras, a mi luz y mi yo siendo Máma.
El trabajo de la maternidad es espiritual, es un reencuentro y desencuentro porque me perdí a mi misma y a ratos me consigo de nuevo. El no poder dormir, el no tener la disponibilidad absoluta para ti misma te patea, te lastima y te aleja hasta de ti misma y es todo una contradicción, porque cómo se equilibra las ganas de compañía pero a la vez querer silenciar el mundo y tener paz, tu si sabes las veces que he querido tener a alguien con quien conversar y a alguien con quien contar incondicionalmente, pero también las infinitas veces que he deseado mi espacio personal de regreso. Cuando pienso en esto como ahora, viene a mi cabeza la pregunta: será que deje de ser un individuo? quien lo nota? y tu como no me juzgas simplemente me escuchas y me observas, porque si lo hablo el juicio será inmediato, por eso te agradezco... no me ves como egoísta, me ves como compañera y no dudas de mi amor hacia mis hijos porque estás en cada segundo, ahí! junto a mi.
Esta carta quiero compartirla con tu permiso pero también para volverla a leer en esos días de lluvia, de olor a tierra mojada cuando hay transparencia psíquica, cuando hay esa perenne sensación de vulnerabilidad y por supuesto para que me ayudes a llenar esa sensación de vacío conmigo misma.
Soy muchas cosas, y contigo he valorado varias! quien soy? debería hacer planas de esto? escribirlas aquí en tu carta canalizaría esto y ambas querida compañera pudiéramos recordarlas cuando la bulla nos altera, gracias Soledad
De nuevo, quién soy
Soy pensativa, Soy oídos, Soy abrazo, Soy consuelo, Soy hogar, Soy baile, Soy amiga, Soy naturaleza, Soy montaña, Soy dulce, Soy cariñosa, Soy respuesta, Soy refugio, Soy confianza, Soy valiente, Soy paciente, Soy amor, Soy respeto, Soy familia, Soy mamá, Soy tiempo, Soy curiosidad, Soy mujer, Soy sexy, Soy bella, Soy esposa, Soy compañera, Soy hormonal, Soy graciosa, Soy vida, Soy palabra, Soy silencio. SOY con mayúscula porque aunque me he defendido desde muy pequeña, en la adultez es cuando me estoy descubriendo o al menos me lo estoy permitiendo, tú y tus particularidades me lo han mostrado, la dependencia puede confundirte, emocional y físicamente! Soledad puedes estar pero no te permitiré acomodarte, aprendo de tí y te aprecio, pero no puedes quedarte y antes de que se te olvide, una vez más GRACIAS.
Eli 💜
Comentarios
Publicar un comentario